Puente La Salve en construcción (1969) |
Tras diez años este singular espacio se ha consolidado como uno de los museos de arte contemporáneo más importantes a nivel internacional. Cuando este proyecto se inicio sorprendió no solo la ubicación de la arquitectura sino que también impacto la estructura ondulante de la misma.
Fue a finales del S.XX cuando la fundación Solomon R. Guggenheim buscaba un nuevo emplazamiento para albergar su creciente colección. Finalmente se decidió realizar un museo en la ciudad de Bilbao, gracias al nuevo rumbo que tomo la villa que deseaba crear un importante enclave cultural. Tras un concurso, al que fueron invitados a participar otros arquitectos de la talla de Coop Himmelblau y Arata Isozaki, salió seleccionado el proyecto de Frank O. Gehry.
Fue un proceso largo y controvertido por las múltiples protestas por el cierre de Astilleros Euskalduna, que clausuro sus puertas cinco años después de que se iniciasen los planes para edificar el museo. Yo recuerdo como, al principio, no todo el mundo estaba a favor de los cambios tan drásticos que se estaban llevando a cabo, ya que, se tenían dudas sobre el futuro de la villa. Existía un recelo patente entre los ciudadanos sobre si realmente era posible pasar de ser un centro industrial a un enclave cultural y cosmopolita. Lo cierto es que era un cambio muy arriesgado pero que se ha materializado con muy buenos resultados, convirtiendo al Museo Guggenheim de Bilbao en una parte muy importante de la red de museos de la fundación. Además, este centro ha introducido a la ciudad y al País Vasco, dentro del circuito artístico mundial.
La verdad es que en un principio no se pensó en edificar bajo el colosal puente La Salve, sino que se consideró en reconvertir el antiguo almacén de vinos, la Alhóndiga. Pero este emplazamiento no convencía, sobre todo, a Thomas Krens, director de la fundación, quien visito el lugar. Con la intervención de Frank O. Ghery se cambió de concepto después de que éste encontrase los muelles a la vera del Nervión. Por si construir el museo a orillas de la ría no fuese suficiente, este nuevo emplazamiento dotaba al edificio de una ubicación perfecta, cerca del Museo Bellas Artes de Bilbao, la Ópera y de la Universidad.
Gehry hizo varios dibujos en los que ya trazo algunos de los elementos del actual edificio, como el lucernario cenital en forma de flor o la galería inspirada en el casco de un barco. De sus proyectos iniciales se conserva la fluidez y el movimiento continuo.
En mi opinión, el diálogo con la ciudad, su convivencia, ha venido dado con el paso de los años, como si de un buen vino se tratase. En un principio el carácter de la urbe distaba mucho de ser nada remotamente parecido a la naturaleza del colosal edifico. Por ejemplo, pese a que los materiales que se han utilizado para su construcción si se usaban en la industria no se había aplicado jamás a una arquitectura, a un edificio de tales características. Las formas del museo, sinuosas, simulan a un barco pero no a todo el mundo gustó o entendía. Y sobre todo el arte que albergaba y alberga para muchos incomprensible. Este debate aún hoy día sigue abierto, llegando incluso al asalto de alguna de sus obras, muestra clara de la crítica que estas generan.
Pero al margen esta magnifica obra de ingeniería el museo desde sus comienzos tiene como objetivo la formación de una colección propia. Creo que es una de las cosas sobre de las que pocas veces se habla, seguramente porque queda ensombrecida por el propio recinto. Actualmente esta colección cuenta con 91 obras de artistas internacionales y vascos. Se comenzó con la obra sin titulo de Rothko (1952-3) que se une a otros pintores del expresionismo abstracto como Willem Kooning, Robert Motherwell o Clyfford Still. Una de las últimas adquisiciones ha sido un a obra de Cy Towmbly Nueve discursos sobre Cómodo (1963), considerada como la obra culminante de los primeros años de su exilio autoimpuesto. Estos fondos también cuentan con obras de artistas españoles como Tapiés o Antonio Saura.
Otros artistas de la talla de Robert Rauschenberg, Andy Waehol, James Rosenquist e Yves kelin son parte de esta variada colección. La gran diversidad de movimientos y artistas que conforman este fondo artístico le dotan de un carácter especial y hacen que aquellos que acuden al museo accedan a una magnifica representación del arte de nuestro tiempo. Creo que estas obras, muchas a pie de calle, ofrecen la oportunidad de poder acercarnos al arte contemporáneo de una forma diferente, la verdad es que se trata de un etapa artística muy discutida y llena de controversia; Controversia dada, en mi opinión, por la falta de información y de cercanía con el público.
Louise Bourgeois (Nacido en 1911, París)
Se expone en el exterior una de sus obras tituladas Mamá de 1999 fundido en 2001, Bronce, ácero inoxidable y mármol. Se trata de una escultura de grandes dimensiones situada en el paseo que te permite pasar por debajo de ella, haciendo que te sentientas muy pequeño e incluso algo asfixiado. Y es que sus obras desde principio están teñidas por experiencias autobiográficas llenas de resentimiento y nostalgia. En este caso homenajea a su madre y expone la duplicidad de la maternidad, que por un lado teje seda para sus capullos y por el otro la teje para cazar a sus presas. Sus patas atrapan y protegen sus huevos y a los viandantes que pasean.
Jeff Koons (Nacido en 1955, York USA)
Esta misma idea la desea transmitir con otra obra que se encuentra en la "terraza" del museo, titulada Tulipanes. Se trata de un matojo de siete tulipanes de diferentes colores luminiscentes concebidos a modo de globos gigantes. Ambas piezas nos adentran en un mundo fantasioso dando muestra de la capacidad que tiene este artista para transformar los objetos más banales en un instrumento de crítica sobre la función del arte dentro de la cultura de consumo, mezclando ironía y sinceridad.
Anselm Kiefer (Nacido en Donaueschingen, Alemania en 1945)
http://ftp2000.guggenheim-bilbao.es/exposicion.php?idArticulo=1045
http://www.guggenheim-bilbao.es/el-edificio/
Mark Rothko (1903-1970)
Se trata de uno de los principales representantes del expresionismo abstracto americano. Este movimiento se centra en expresar la personalidad del artista por medio de su obra. Fue Robert Coates quien acuño el término "expresionismo abstracto". Dentro de este grupo, del que también son parte otros pintores como Pollock o Franz Kline, se desarrollaron una serie de técnicas nuevas, como por ejemplo "action painting" o el "color field painting" del que Rothko hace uso en sus obras más famosas incluyendo esta obra sin título. Mediante franjas o campos de color aplicadas con veladuras nos expresa la universalidad de las aspiraciones humanas, un mensaje de tipo universal que dota a su pintura un carácter místico. El color ocupa toda la superficie en una especie de Horror vacui, lo inunda todo. Estuve pensando y creo que seria interesante comentar que no siempre fue un creador abstracto.La verdad es que tendemos a pensar que un pintor no sabe dibujar por centrar su arte en la abstracción pero no es así. En su primera etapa pinto escenas figurativas, por lo general escenas urbanas. Entre 1940 y 1945 tuvo una etapa surrealista en la que se influencia del arte de Matta, Ernst, Tanguy o Miró. Entonces plasmaba figuras biomórficas que poco a poco son menos reconocibles. Por lo que queda claro que hay una evolución en su producción y quería, me parece interesante, que se conozcan estas etapas.
http://www.guggenheim-bilbao.es/exposiciones/mark-rothko-paredes-de-luz/
Entrada de metro (1938) |
El diluvio (Le Déluge), 1990
Técnica mixta sobre lienzo
230 x 285 cm
Guggenheim Bilbao Museoa
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Macho cabrío y cabra (Cabrit i cabrida), 1992
Técnica mixta sobre lienzo
297 x 246 cm
Guggenheim Bilbao Museoa
Donación de Bruno Bischofberger, Zúrich |
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