miércoles, 4 de febrero de 2015

DALÍ Y EL SURREALISMO

En vista del éxito de la entrada sobre el Teatro Figueres Dalí he pensado que sería buena idea hablaros de su obra porque, ¿Quién no ha escuchado la frase de "es que me encanta Dalí"?  Es cierto, sus piezas esta muy bien dibujadas, tienen unos colores muy llamativos y en el caso de sus esculturas unas formas muy curiosas pero la verdad es que no encierran un mensaje tan dulce como aparentan y eso es lo que vamos a analizar. 


Teatro Figueres Dalí. 

Antes de nada un breve resumen de lo que es el Surrealismo, estilo en dónde se enmarca la obra del artista que nos ocupa. Tras la Primera Guerra Mundial, antes de que el movimiento naciese, se sabe que en París se juntaban muchos artistas que discutían sobre la nueva situación socio-política y entre estos creadores se encontraba André Breton, quien más adelante fundará el Surrealismo. 


Fueron los artistas Dada quienes asentaron las bases de este movimiento, a sabiendas de que su planteamiento principal, la provocación y el escándalo, ya no era efectivo porque sencillamente no era novedoso. Viendo que no podían seguir por el mismo camino algunos pusieron su punto de mira en otro lado.


Grupo surrealista 1930, de izquierda a derecha, Tzara, Breton, Dalí, Arp, Tanguy, Ernst, Crevel y Man Ray. 

Tristán Tzara y André Bretón fueron quienes iniciaron este nuevo rumbo pero pronto surgieron tensiones entre ambos por el fuerte carácter sel segundo que más adelante también entró en conflicto con Dalí. La propuesta de Bretón se impuso, relegando a Tzara a un segundo plano. Hay que tener en cuenta que la proposición de los Dada se centraba en presentar un arte procesual, muchas veces efímero, en donde se primaba el proceso antes que el producto acabado. Bretón decidió llevar a cabo su propio proyecto en el que planteó revolucionar la vida borrando las fronteras entre el consciente y el inconsciente.  



Fotomatón André Bretón, 1924
Tanto el Surealismo como el Dadaísmo buscaban la libertad pero mientras el segundo la encontró en la negación, el primero buscaba pasar de la negación a la afirmación pretendiendo convertirse en un sistema de conocimiento. 

Puede que resulte complicado pero es más sencillo de lo que parece, pensad en la situación que se vivió tras la Primera Guerra Mundial, yo al menos tengo claro que tuvo que haber una ruptura absoluta con todo lo anterior, con lo establecido y una fractura entra la fantasía y la realidad. El Surrealismo quiere conseguir acercar la imaginación y la verdad. Y es aquí donde entraba el automatismo psíquico puro porque para los surrealistas la realidad superior se manifestaba en los sueños y por este motivo, asociaban imágenes aparentemente inconexas que no se pueden controlar o explicar mediante la razón. 

Para ellos el verdadero problema era la libertad, tanto individual como social. Resulta curioso o más bien paradójico, por lo menos para mi así es, que los surrealistas asentasen las bases de la libertad social en los planteamientos de Marx porque siempre se ha asociado a Dalí con el fascismo pero de ese punto, hablaremos más adelante. Volviendo a los ideales del movimiento, una vez lograda esta libertad social su idea era conseguir la independencia individual poniendo en esta ocasión la visión de Freud como pilar central. 

Con todo esto volvemos a la idea del principio, estas ilustraciones tienen un efecto en nosotros de atracción irresistible, pese a que se valen de un lenguaje desagradable. Atracción y repulsión unidas en una imagen, en las que, además, se intenta unir la realidad con la fantasía mediante los sueños, espacio de libertad individual. 


Triunfo del surrealismo, Marx Ernst. 1937 óleo sobre lienzo

Antes de continuar debo mencionar que el movimiento nació en torno a 1920 pero el término ya lo había usado Apollinare en 1917 en el programa que escribió para el musical Parade. No obstante, no fue hasta 1924 cuando nació el primer manifiesto producido por Bretón. Fue en el segundo manifiesto fechado en 1930 cuando se planteó el surrealismo como un espacio de encuentro de contradictorios para que dejasen de ser percibidos de esa forma y se estableciese un diálogo entre ambas partes. 

Os pongo un ejemplo de esta asociación de realidades completamente opuestas, Desayuno en piel. De esta pieza se cuenta que al parecer nació un día en le que Oppenheim, la artista, estaba tomando café con Picasso, este llevaba una pulsera de piel y  le comentó lo interesante que sería forrar todo en ese material. La artista intentó provocar sensaciones contradictorias, es el espectador quien termina la obra sacando sus propias conclusiones. ¿Dónde esta entonces la asociación de contradictorios? En sus materiales, que esta ocasión son tres, loza, metal y piel. No es seguro que en este caso hubiera una intención expresa pero más adelante sí lo hicieron de forma intencionada. 

Es posible que penséis que esto tiene mucho que ver con los ready-mades del Dadaísmo pero este tipo de obras no lo son porque los Dada tomaban objetos dándoles un nuevo punto de vista y los elevaban a la categoría de piezas de arte, lo hacían con ironía y banalizaban el objeto. Es cierto que los surrealistas cogían, como en este caso que os planteo, un objeto real pero lo lanzaban al mundo de la imaginación y le otorgaban un nuevo sentido gracias a su contexto plástico o simbólico. Asimismo, con la asociación de contradictorios introducían muchas veces un relato, un sueño. 


Desayuno en piel, Meret Oppenheim


Para finalizar, creo interesante mencionar que su concepto de la belleza se centra en la belleza de lo irracional, según palabras del propio Bretón " la belleza será convulsa o no será" y ¿qué significa esta frase?, que cualquier concepto alejado de la razón, como puede ser la belleza, tiene que ser convulso y debe provocar reacciones de todo tipo. 

Por le momento creo que lo dejo aquí para que asimilemos todo este contenido y podáis preguntar lo que queráis. En la siguiente entrada ya me meto de lleno con Dalí. Os dejo un pequeño vídeo con imágenes del Surrealismo. Y el enlace de otra entrada que escribí de cuando empece con el blog en la que explico un poquito sobre Dalí y su obra.  




viernes, 30 de enero de 2015

POLLEN FROM HAZELNUT (POLEN DE AVELLANA), WOLFGANG LAIB

Hoy regreso tras una larga ausencia y me ha parecido que esta obra puede ser interesante para comenzar otra vez. 

Esta pieza estuvo expuesta del 23 enero al 11 marzo de 2013 en el MoMa, y se trata de la instalación de polen más grande llevada a cabo por este artista hasta la fecha. En un principio me gusto visualmente la idea del amarillo y la conexión que se puede hacer con otros tipos de abstracción, desde los Color Field de Rothko hasta los monocromos de Manzoni, pero a medida que he leído más sobre esta instalación me gusta mucho como plasma la idea del tiempo, la soledad, el inicio de las cosas y la persistencia de la esencia eterna de los objetos.  




Se trata de una abstracción monocroma aunque realmente lo que importa son el material y el proceso de creación. En este caso Laib usa polen que como el mismo indica se trata de un elemento fácilmente reconocible por todo el mundo, algo que no necesita explicación y lo expone como el inicio de todo. Laib usa materiales naturales, arroz, cera de abeja, leche y polen, a los que dota de una fuerte carga simbólica y  mediante los cuales pretende suscitar un encuentro entre arte, naturaleza y espiritualidad. El propio artista ha declarado que “el polen es el comienzo potencial de la vida de la planta. Es tan simple, tan hermosa y tan compleja como éste. Y, por supuesto, tiene muchos significados. Creo que todos los que viven saben que el polen es importante”.

La obra en esta ocasión se sitúo en  el Marron Atrium  y fue creada especialmente para el sitio. La instalación midió aproximadamente 5 x 6 metros y la realizó con  polen de avellana que el propio Laib recolectó del entorno natural que rodea su casa y estudio, en un pequeño pueblo en el sur de Alemania, desde mediados de la década de 1990.

 Su obra en general se suele vincular con el Land Art, tendencia artística nacida en la década de los 60, debido a los materiales que usa, la importancia que el proceso tiene en su composición y, sobre, por su deseo de redefinir las relaciones entre el hombre y su entorno natural. No obstante, a diferencia de artistas como Michael Heizer o Walter de María, Laib no realiza obras de carácter monumental, no altera el paisaje natural y por contra, sí se implica en el proceso creativo siendo él mismo quien recolecta y lleva a cabo cada instalación. Yo personalmente creo que se acerca más al concepto de Robert Smithson y sus Non site Sculptures, la naturaleza encerrada y mostrada en una galería, pero Laib, la dota de otro significado diferente, más místico y trascendental. 

 No se que os parecerá pero creo que es evidente la fuerte influencia que la filosofía y la religión oriental tienen en la pieza. Pero además de estas influencias, se aprecian rasgos formales del minimal, como el reduccionismo, es decir, Laib utiliza una forma geométrica tan sencilla como un rectángulo para transmitir sus ideas. Al igual que los minimalistas, Laib mantiene un criterio de economía formal, por lo que los elementos que componen la pieza quedan reducidos a la mínima expresión. Los minimalistas siguen el lema “menos es más” del arquitecto Mies Van der Rohen recuperado por Ad Reinnhardt un artículo publicado en 1957. Asimismo, en cierta forma los artistas del minimal recuperan la idea de Malevich de desnudar la obra de arte de todo lo accesorio, centrando su interés en que los escasos elementos integrantes adquieran un alto grado de significado. En esta pieza Laib realiza una abstracción estricta basada en el orden, la simplicidad y la claridad característica del minimal. 


Por otra parte, creo que es importante añadir que alguno de los artistas más destacados del Arte de la Tierra (Land Art), como Carl André empezaron su andadura vinculados a propuestas minimalistas, por lo que no resulta extraño que esta pieza tenga rasgos de esta tendencia y en este caso, dichas características Laib las tiñe de un concepto metafísico.   


Con toda esta información yo entiendo que Laib concibe la obra como un ritual y sigue un proceso cíclico, por el cual el mismo recolectó el polen y montó la instalación de una forma pausada, meticulosa y en la más absoluta soledad para no contaminarse de influencias externas. Además, es él quien realizaba el mantenimiento diario de la pieza que incluía la reposición del polen. Un ritual por el que pese a renovar y cambiar la apariencia formal de la obra mantiene su concepto subyacente, su esencia eterna. Cabe esperar que debido a la fragilidad del material la obra sea delicada y efímera pero la realidad es que la esencia sencilla y básica del propio polen hace que la pieza sea atemporal.



Personalmente me resulta curioso que no sea una artista vocacional el que llegue a tan trascendentales cuestiones sino un médico como Wolfgang Laib. Yo además de las vinculaciones evidentes que esta pieza tiene con el Land Art o el Minimal también lo relacionaría con los monocromos de Piero Manzoni y los de Yves Klein, además, de los color field de Rothko.

Tanto Manzoni como Klein, hablan de la importancia del espacio infinito y vinculan el color a valores espirituales. Es cierto que el color en Laib viene dado por el material, pero al igual ellos, este artista intenta trascender a un plano espiritual superior mediante su abstracción, y pudiendo elegir mezclar diferentes elementos para lograr distintos tonos escoge la abstracción monocroma para expresar sus ideas. Pese a que el colorido viene dado por el polen,  al igual que estos dos artistas, Laib remarca en esta pieza la importancia de lo eterno, de lo espiritual.

Además de estas vinculaciones, considero que de alguna forma Laib también recoge el componente místico que Rothko transmitía con sus piezas ya que el tiempo es una parte fundamental de sus piezas porque es necesario contemplarlas de una forma pausada. El tiempo es un componente en las obras de estos dos artistas esencial, ya se exprese mediante el proceso como en el caso Laib o por la necesidad de una calmada visión una vez terminada la obra para, de este modo,  llegar a la comprensión total de la misma como pasa con las piezas de Rothko. No obstante, Laib se aleja de la visión pesimista que mantiene este pintor.

Tras un intenso debate una persona me aconsejo e insistió en la evidente relación de la obra de este artista con la de Jospeh Beuys a mi me resulta un tanto complicado entender toda su obra. Aún así, puedo ver que ambos artistas están rodeados por un halo espiritual y probablemente ahí está el nexo de unión. Por lo demás yo no logro relacionar sus conceptos o sus prácticas artísticas. ¿Os parece que si existe una relación más profunda entre ambos artistas?


Para finalizar, quiero decir que considero que en una pieza sencilla con un material simple, fácil de reconocer, y un proceso creativo pausado y a la vez asequible, Laib consigue expresar valores esenciales de la vida como son el tiempo y la eternidad. Manifiesta que pese al cambio hay elementos personales y de la vida que perduran en el tiempo y muestra cómo a veces el recogimiento íntimo es necesario para lograr llegar a un grado espiritual superior. 

Como siempre os adjunto un vídeo. En este caso se muestra el proceso de esta instalación en concreto en el Moma y un enlace de la página del Moma Wolfgang Laib MoMa



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