Este verano de la mano del museo Thyssen tuvimos el honor de poder ver la obra del pintor americano Edward Hopper, un creador de obras suspendidas en el tiempo que inspiraron innumerables escenarios de películas. Uno de los grandes directores de cine que se vio influenciado por sus lienzos fue Hitchock. Queda claro en "La
venta indiscreta" ya que no se puede entender sin el arte de Edward Hopper. Este
artista tuvo e incluso a día de hoy tiene, mucha
influencia a la hora de plantear una escenografía cinematográfica.
Edward
Hopper (Nyack, 1882-Nueva Yok, 1967) fue un pintor estadounidense célebre, sobre todo, por sus retratos de la vida estadounidense
contemporánea. Tiene un estilo con un perfil definido y muy claro, como sucede con otros pintores como Matisse o Mondrian. En su caso,
estamos ante un pintor que sintetiza la vida americana desde los años
20. Hopper consigue que admitamos sus visiones subjetivas de la
realidad dejando de la lado todo lo accesorio, lo superfluo y los
detalles. El mismo llegó a decir: “El arte importante es la
expresión exterior de la vida interior del artista, y esta vida
interior tendrá como resultado su visión personal del mundo”
Crea
obras en las que parece que se detiene el tiempo y en ese momento de pausa nos invita a la reflexión sobre el mundo que nos rodea. Este artista, pintaba lo cotidiano y consiguió condensar una escena en una imagen, pero no elige un instante sino el
resumen de la secuencia, plasma de forma pictórica la síntesis de
un relato, por este motivo es un pintor actual y muy cinematográfico.
Sus cuadros, en definitiva, reflejan los instantes previos a una acción.
Son
muchos los cineastas que admiran su obra como, Wim Wenders, director
alemán que llegó a declarar: “Las pinturas de Hopper siempre
marcan el principio de una historia. En todas las gasolineras que
pintó esperas que un coche llegue en cualquier momento con alguien
sentado al volante con una herida de bala en el estómago. Así es
como suelen empezar las películas americanas”. Y así lo demuestra alguno de los homenajes explícitos que realiza en sus películas como El
final de la violencia o en el tono de París
Texas, por la que ganó en 1984 el premio
BAFTA y la palma de oro.
Otro de los que se inspiraron con su obra fue Elia Kazan. Este director americano de origen
griego, ganador de varios Oscar y Globos de oro como mejor director, llego a reconocer su admiración hacia el pintor.
Pero fue Alfred
Hitchcock el que supo ver como nadie el suspense en sus arquitecturas
solitarias, y solo tuvo que añadirle intensidad dramática y el
relato de una acción adicional con personajes: el arranque de
Psicosis es un
cuadro de Hopper, y la historia de La ventana
indiscreta se puede entender como el
desarrollo de lo que propone en otros.
Estudió
en la New York School of Art con William Merrit Chase y Robert Henri.
Realizó varios viajes a Europa, y desde muy pronto se interesó por
la cultura y el arte europeos, con varios viajes a París en 1906,
1909 y 1910, mostrando un especial interés por la obra de Edgar
Degas y de Édouard Manet. En uno de sus viajes a París prolongó su
viaje yendo a Madrid, para ver el Museo del Prado, y a Toledo. Hopper
quedó sorprendido por el libre y distraído bullicio de las calles
parisinas, tan distinto al ajetreo que siente en Nueva York, y quedó
fascinado por la pintura del cambio de siglo, y por el clima que
transmiten los poetas simbolistas. Dos mundos que no olvido.
Desde
1910 residió de forma permanente en Nueva York, en su casa de
Washington Square, que sólo abandonaba durante sus estancias
veraniegas en Nueva Inglaterra, desde 1930 siempre en Cape Cod, donde
se construyó una casa. En 1924 se casó con Jo Nivinson, quien no
sólo posó para él en numerosas ocasiones, sino que además elaboró
durante toda su vida un detallado registro de su obra.
Su
producción artística es relativamente escasa, ya que fue un pintor
de ejecución lenta y pausada. En un primer momento se relacionó con
la denominada American Scene, siendo uno de los miembros Robert
Henri, maestro de Hopper, un grupo heterogéneo de artistas que
compartían un mismo interés por los temas propios de América, sin
referentes, pero pronto Hopper desarrolló su personal estilo
pictórico.
Su carácter taciturno y sus formas austeras, tuvieron un fuerte reflejo en su obra, que se caracteriza en su conjunto por la simplificada representación de la realidad y por la perfecta captación de la soledad del hombre contemporáneo. A través de su pintura nos acercamos a la América de la Gran Depresión que para él simbolizaba la crisis de la vida moderna. El tratamiento cinematográfico de las escenas y el personal empleo de la luz son los principales elementos diferenciadores de su pintura. Aunque pintó algunos paisajes y escenas al aire libre, la mayoría de sus temas pictóricos representan lugares públicos, como bares, moteles, hoteles, estaciones, trenes, todos ellos prácticamente vacíos para subrayar la soledad del personaje representado. Lugares de encuentro. Lo hace en un momento en el que el cine se sirve de una iconografía similar para explicar sus historias. Por otra parte, Hopper acentúa el efecto dramático a través de los fuertes contrastes de luces y sombras.
Su carácter taciturno y sus formas austeras, tuvieron un fuerte reflejo en su obra, que se caracteriza en su conjunto por la simplificada representación de la realidad y por la perfecta captación de la soledad del hombre contemporáneo. A través de su pintura nos acercamos a la América de la Gran Depresión que para él simbolizaba la crisis de la vida moderna. El tratamiento cinematográfico de las escenas y el personal empleo de la luz son los principales elementos diferenciadores de su pintura. Aunque pintó algunos paisajes y escenas al aire libre, la mayoría de sus temas pictóricos representan lugares públicos, como bares, moteles, hoteles, estaciones, trenes, todos ellos prácticamente vacíos para subrayar la soledad del personaje representado. Lugares de encuentro. Lo hace en un momento en el que el cine se sirve de una iconografía similar para explicar sus historias. Por otra parte, Hopper acentúa el efecto dramático a través de los fuertes contrastes de luces y sombras.
Este
artista tiene un estilo propio a la hora de pintar, cálido, próximo,
sensual y sobrio. Todo lo que aparece en la imagen se autojustifica, insistiendo en el color y en la dirección de la luz. Plasma su
visión del mundo, de un entorno que observa y conoce.
Dos ejemplos
clave dentro de su estilo son: el sentido del espacio y el erotismo. Hopper define el espacio
de un modo preciso delimitando las formas por la incidencia de la luz
sobre la arquitectura. Además juega con los cambios de color y con
una percepción de la luz inicialmente impresionista, acentuando los tonos y rebajando los colores; Se sirve de
perspectivas en fuga, de composiciones muy cuidadas, estables.
Justifica visualmente lo que vemos pero, de inmediato, nos oculta
parte de la escena y hace dialogar realidad con misterio. Lo hace al
tiempo que introduce cierta confusión al abrir grandes ventanales,
una puerta... entre exterior y interior. De eso modo, convierte al
espectador en un voyeur de esa realidad. Solo le queda completar lo
visto, ponerle movimiento y diálogos. Recordando a lo que se hacía en otros estilos como el barroco y a otros artistas que nos invitan a presenciar la intimidad de un personaje; personaje que en muchas ocasiones son ajenos a nuestra presencia pero que en otras nos miran y llegan a desafiar.
La maja desnuda, goya. S.XVIII |
Almuerzo sobre la hierba, Manet (1863) |
Olimpia, Manet (1863) |
Serie de desnudos de Edgar Degas |
El
erotismo en sus imágenes se da en la forma en que se contemplan las
figuras dentro de sus obras. En "Hotel
junto al ferrocarril" (1952), una mujer
lee ajena al interés que siente su acompañante por los raíles del tren.
El interior de la habitación es duro, el exterior aparece como un
escenario abocado a la acción. Josephine, la esposa del artista,
tomaba notas sobre sus cuadros y sugiere que a la mujer “más le
valdría vigilar a su marido y a las vías del tren”
En
el primer boceto del lienzo "Oficina de
noche", el aspecto de la oficina era
más conservador y el hombre, en apariencia mayor, observa a la
mujer, que se sabe esta siendo mirada; en el segundo estudio, el
hombre, parece centrado en su trabajo y la mujer le mira. Finalmente,
en el cuadro, el tratamiento del cuerpo de la mujer es más sensual,
resaltado por la luz que entra desde un ventanal que no vemos, abre
el espacio, aparecen papeles sobre el sillón y en el suelo
En
cuadros tardíos, el erotismo está en primer término, casi siempre
con una mujer avanzando frente a la luz.
Entre los
artistas españoles que estan bajo el influjo de Hopper, están Ángel
Mateo Charris y Gonzalo Sicre, que viajaron buscando sus escenarios,
viaje que recrearon en una exposición y un libro admirables, Cape
Cod Cabo de Palos. También está muy presente en los cuadros
pintados en Vermont por Félix de la Concha, o en pinturas de uno de
nuestros pintores más secretos, Alfredo Alcaín. Lejos de España,
es David Claerbout el artista que, desde otras técnicas e intereses,
mejor ha entendido el legado de Hopper.
HOPPER Y HITCHCOCK
Una pequeño recordatorio pertenece a la Paramount Pictures, fue dirigida por Alfred Hitchcock. Actualmente si os animáis a ir al cine veréis su biografía protagonizada por Anthony Hopkins y a Helen Mirren en el papel de su esposa. Volviendo a "La ventana indiscreta" (Rear window), fue protagonizada por James Stewart, Grace Kelly, Wendell Corey, Raymond Burr y Thelma Ritter y esta basada en el cuento It had to be murder (1942) de Cornell George Hopley-Woolrich más conocido por William Irish.
El argumento se centra en como el fotógrafo L. B. Jefferies (James Stewart) tiene la pierna enyesada debido a un accidente y empieza a sospechar del comportamiento de su vecino de enfrente (Raymond Burr), al cual espía mediante unos binoculares y una cámara de fotos.
Al igual que Hitchcock, Hopper no es sólo un productor de imágenes, es un narrador. "En la madrugada de domingo" (1930) el narrador se sitúa en el nivel de la calle, mirando objetivamente en un edificio de apartamentos de bajo alquiler. A primera vista, la ventanas no revelan mucho del interior. Pero después de observar con más detenimiento, se sugiere como los habitantes están durmiendo o la presencia de una mujer por las cortinas de encaje que nos muestra.
En cualquier caso, es evidente que hay vidas reales e individuales que van detrás de las cortinas y las paredes. Los escaparates son de color oscuro, tal y como era de esperar en un domingo por la mañana. La ventana indiscreta y las obras de Hopper muestran su preocupación por el aislamiento. Tanto la obra de Hopper como el filme de Hitchcock exponen a unos ocupantes de apartamentos aislados. Como vemos en el vídeo.
Mediante
un plano subjetivo, Jefferies observa una batería de ventanas,
habiendo detrás de cada una de ellas una historia única. "Casas
de apartamentos" (1923) es otra clara
influencia de Hopper sobre este director, con una mirada de voyeur
hace que seamos testigos de la intimidad de un hogar.
También son una fuente de inspiración para la elaboración de esta pelicula la producción centrada en la noche, como "Noche de ventanas" (1928). Obra con un fuerte erotismo, puesto que ella desconoce que esta siendo observada y por su postura. Esta escena la toma para captar el interior del hogar Neoyorkino de una de las vecinas del fotógrafo, tanto su postura como el color de su vestimenta.
El
encuadre, la iluminación, los colores y el tema muchas de las
escenas son asombrosamente similares al estilo Hopper.
En esta escena," Habitación en Nueva York" (1932) la esposa, esta vestida de noche mira con indiferencia el piano mientras su marido lee casa. Es una escena de soledad y donde se muetsra el hastío. Se aprecia un gran abismo entre la pareja. Esta obra guarda relación, en la película, con la relación entre Lars Thorwald (Raymond Burr) y su esposa postrada en cama. En este caso la idea de soledad dentro de la pareja se refuerza con la separación física de ambos en diferentes ventanas.
Por
último, Victor Stoichita historiador y crítico de arte, nacido en
Bucarest en 1949 y actualmente catedrático de Historia del Arte
Moderno y Contemporáneo en la Universidad de Friburgo, en Suiza, ha
realizado un un estudio comparado de los motivos pictóricos del
film, a la vez que radiografía la gestualidad de los personajes que
aparecen en él, en relación a su entorno. Así, Stoichita señalaba
que el mismo Hitchcock, que empezó a dirigir en el período mudo,
defendía ese cine como el paradigma del lenguaje cinematográfico.
Gestualidad pura. En su análisis gestual ha contemplado que el gesto
se transmite de un personaje a otro, o que es coincidente en los dos
y en el tiempo. En el film de Hitchcock, el gesto idéntico de coger
una copa de vidrio por parte de Jeff (James Stewart) y Miss
Lonelyhearts (Judith Evelyn) es un detalle importante en la trama.
En el
aspecto estético del film, revisó los espacios a partir de los
objetos más representativos de la puesta en escena: las persianas,
que dependiendo de si están subidas o bajadas dejan pasar más o
menos luz al interior, comulgan con la pintura de Hopper. Como ya se
ha comentado, hace especial hincapié a la iluminación nocturna que en
el interior de una habitación permite intuir los contornos. Por
último, Stoichita considera que el origen de La ventana indiscreta
(Rare Window, 1954) esta en las intrigas visuales de las historias de
Arthur Conan Doyle, sobresaliendo, por supuesto, el personaje de
Sherlock Holmes, al que, por su pluralidad de acciones, relacionaba
con el Jeff protagonista de la cinta.
En conclusión, se ve una clara relación con la obra de Edward Hopper no solo en las diferentes secuencias de la película sino también en el concepto de soledad y aislamiento de los personajes, colocandonos como observadores de su privacidad. La comunidad de vecinos, así como la trama del filme le sirve para transmitirnos una idea más profunda, y nos narra la complejidad de las parejas, la felicidad, y el deseo de que esta perdure a lo largo del tiempo. Como por la rutina, se deterioran las cosas, llegando, en este caso, a vivir una soledad en pareja. También el miedo del protagonista a adquirir este compromiso por la posible incapacidad de perdurar algo en el tiempo. Todo ello, lo plantea dentro de unas escenas intimistas a las que accedemos por medio de grandes ventanales. No oimos lo que pasa por lo que hace hincapié en la gestualidad de los personajes para transmitirnos sus ideas. Muestra un escaparate de las obras del artista y las dota de movimiento.
Muy buen análisis. Hopper es hipnótico, en sus cuadros parece que nos estamos asomando a una intimidad a la que no hemos sido invitados.
ResponderEliminarSaludos, Naiara.
Muchas gracias por leerme y comentar!! Me alegro de que te haya gustado. Creo que precisamente por lo que dices Hitchcock lo elige para sus películas. Gracias otra vez.
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